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Viernes, 28 de octubre de 2011 
Intervención del Subsecretario Fernando Schmidt durante:
Inauguración de la Academia de Derecho Internacional de La Haya
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Con inmensa satisfacción asistimos hoy a la inauguración de la 38ª. Sesión del Programa Externo de la Academia de Derecho Internacional de La Haya, Programa que por segunda vez tiene a nuestro país como anfitrión de muy destacados profesores y alumnos tanto nacionales como extranjeros.

 

Para un país como Chile, que considera al derecho internacional como uno de los pilares en los que se cimenta su política exterior, acoger este curso de la Academia de Derecho Internacional constituye un privilegio y una oportunidad para reafirmar sus convicciones.

 

Desde 1923, cuando la Academia comienza sus actividades, hasta hoy, su contribución al desarrollo y a la enseñanza del derecho internacional, tanto público como privado, debe ser reconocida sin duda alguna como insustituible.

 

Miles de alumnos de todas partes del mundo concurren durante todo el año a La Haya para reflexionar y compartir con brillantes académicos, los desafíos que enfrenta en cada época el derecho internacional, sistema jurídico llamado a ser un instrumento esencial para regular la coexistencia y la cooperación entre los Estados.

 

La enseñanza es la tarea esencial de la Academia. Ella no está llamada a codificar el derecho internacional o a adoptar resoluciones, como es el caso de otras instancias jurídicas internacionales. Su objetivo es promover la reflexión sobre las instituciones jurídicas internacionales, las funciones del derecho en el sistema internacional, los sujetos, la vinculación con los derechos internos y el conflicto entre jurisdicciones, y profundizar así, sobre sus tendencias y respuestas. No olvidamos que el Curso general de la Academia se denominó por mucho tiempo "Reglas generales del derecho de la paz", poniendo de manifiesto así una preocupación central del ordenamiento jurídico internacional, la construcción de una sociedad basada en la igualdad y el respeto a la regla del derecho.

 

Las particularidades de esta Academia están de alguna manera dadas por el carácter internacional tanto de los académicos como de sus alumnos, factor que la convierte en una instancia única y diferente a otros centros de enseñanza nacionales o internacionales.

 

Una de las expresiones del valioso aporte de la Academia a lo largo de su existencia está constituido por su valiosa colección "Recueil des Cours", en la que se viene recogiendo, desde su creación, el desarrollo y la evolución del derecho internacional a lo largo de los años. En dicha colección, que bordea los doscientos volúmenes, encontramos un acervo inagotable de estudios de las más diversas materias de gran calidad destacando especialmente sus Cursos Generales, todos los que constituyen un material de primer orden en el trabajo de las Asesorías Jurídicas de todas las Cancillerías. Encontramos en ella, al mismo tiempo, un reflejo de la evolución permanente de este sistema jurídico, vinculado a los fenómenos políticos, económicos y sociales, y que debe atender las necesidades de permanencia y cambio, garantizar estabilidad y promover la renovación de las instituciones para su mayor eficacia.

 

En su incansable afán de intensificar la enseñanza del derecho internacional, la Academia ha desarrollado en los distintos continentes su Programa externo. Deja periódicamente el Palacio de la Paz que comparte con otras instituciones de la máxima importancia jurídica internacional, como son la Corte Internacional de Justicia y la Corte Permanente de Arbitraje y se acerca a los distintos continentes para impartir sus cursos.

Permítanme hacer una breve reflexión en torno al tema central de esta Sesión del Programa Externo, "Universalismo y Regionalismo renovado".

 

Entendemos estos procesos políticos y jurídicos, no como excluyentes o antagónicos. Creemos que ambos tienen espacio en la construcción de una sociedad donde el derecho debe ser un factor relevante en las relaciones entre los Estados, así como respecto de la misión de los organismos internacionales, y en lo relativo al reconocimiento de la personalidad de la persona humana. El derecho internacional no se concibe como un simple instrumento de facilitación de la paz y del desarrollo; es sobre todo, un conjunto de principios y normas que integran la realidad internacional, en el ámbito universal y el regional y que interactúa con una sociedad en permanente evolución.

 

El universalismo nos da los necesarios e insustituibles elementos comunes al conjunto de la comunidad internacional, las normas que nos permiten convivir, obligándonos al respeto de la igualdad soberana de unos u otros, en orden y armonía, a pesar de nuestras diferentes identidades y particularismos. Dentro de ese marco, se presenta el fenómeno regional, que ha sido relevante en nuestra historia y en el desarrollo como naciones. Este Curso recogerá estas tradiciones, donde se dará oportunidad para exponerlas ante un grupo selecto de alumnos que podrán interpelar al derecho internacional en su rol contemporáneo, en diversas dimensiones.

 

Nos alienta que se apunte en este Curso a mirar un Universalismo y un Regionalismo con una mirada "renovada".

 

Al referirnos al regionalismo, permítanme hacer un recuerdo de un gran jurista chileno, don Alejandro Alvarez, quien fuera Juez de la Corte Internacional de Justicia entre los años 1946-1955, autor de numerosas obras de derecho internacional, asesor jurídico y uno de los exponentes del regionalismo a través de la innovadora doctrina del Derecho Internacional Americano. Cuando hablamos de regionalismo no debemos olvidar su importante legado, junto al de otros autores latinoamericanos. El aporte de nuestra región ha sido instrumental para el crecimiento del derecho internacional, pensemos solamente, el ámbito del derecho del mar, uti possidetis, el derecho de asilo, la no intervención y los principios fundamentales relativos a la persona humana y la inclusión de la democracia entre los fundamentos el sistema de cooperación interamericano.

 

Otro elemento relevante que quisiera destacar es el hecho que los alumnos de este curso provengan de países de esta región, ámbito privilegiado y prioritario de nuestra política exterior. Estamos convencidos que los conocimientos jurídicos que aquí se renueven y los contactos humanos que se generen en estos días que vienen, van a ser un elemento importante en el futuro de los diálogos entre nuestros países.

El derecho constituye sin duda un lenguaje común en torno a valores y principios compartidos. Ese lenguaje común facilita nuestro diálogo y la construcción de un continente, tarea ineludible que debe pasar necesariamente de la retórica a la realidad.

 

Finalmente, en nombre del Gobierno de Chile, quisiera darles a todos y a cada uno de los profesores y alumnos extranjeros de este Curso, la más cordial bienvenida. Esperamos que se sientan acogidos en este país y que en estos escasos días que permanecerán entre nosotros puedan formarse una idea fiel de esta tierra y particularmente de su gente.

 

Muchas gracias