Política Exterior
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Palabras de la Presidenta
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Palabras de la Presidenta

 

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La política exterior de Chile es una Política de Estado, suprapartidista, cuyos principios y objetivos generales responden a los valores e intereses de largo plazo definidos democráticamente por la sociedad chilena. Al mismo tiempo, la política exterior de Chile es una política pública, y por tanto, debe ser transparente, evaluable y conocida por la ciudadanía. Mi Gobierno ha decidido publicar el Libro de Política Exterior de Chile y dar así un paso que contribuirá significativamente al cumplimiento de estos objetivos.


Queremos divulgar nuestra Política Exterior al público general. Que las chilenas y los chilenos conozcan mejor los principios y los intereses fundamentales que guían nuestro accionar en el mundo, así como las principales políticas actualmente en ejecución. De esta forma también fortaleceremos aún más nuestra inserción internacional y las relaciones de cooperación y amistad en la comunidad internacional.

Nos hemos fijado un objetivo ambicioso: convertir a Chile en un país desarrollado en el plazo de una generación. Estamos avanzando sin pausa en esta tarea.


Entre 1990 y el 2007 nuestra economía creció un promedio de 5,5 por ciento. Según cifras del Fondo Monetario Internacional, en 1990 el poder de compra de cada chileno era de 4.806 dólares, mientras que el 2008 alcanzó los 14 mil dólares. Según el mismo FMI, el año 2013 el poder de compra de cada chileno será de 19.500 dólares. La pobreza se redujo del 40 por ciento en 1990 al 13,7 por ciento en 2006. Avanzamos a buen paso en desarrollo humano e índices de gobernabilidad.


Qué nos muestran todas estas cifras: Que Chile puede plantearse razonablemente ser un país desarrollado y seguir la senda que hace poco más de una década transitaron países como Irlanda, España o más recientemente, Corea del Sur y Nueva Zelanda.


La Política Exterior trabaja intensamente para asegurar el éxito de esta estrategia de desarrollo. Mediante la práctica del regionalismo abierto, hemos profundizado nuestras relaciones políticas y económicas con otros continentes y, a la vez, nos hemos perfilado como un puente desde y hacia nuestra propia región con el resto del mundo.

 

Chile tiene en vigencia una red de 18 acuerdos comerciales con 53 países del mundo, que representan el 60 por ciento de la población mundial, y la economía de Chile se ha internacionalizado hasta niveles sin precedentes. Hoy, siete de cada 10 pesos de nuestra riqueza proviene de nuestros intercambios con el exterior.


Hacia delante, la política exterior debe contribuir eficazmente al incremento más acelerado de nuestra productividad, mediante alianzas empresariales, y con una utilización masiva de las oportunidades de desarrollo de nuestro capital humano, para dar así el salto que necesitamos para insertarnos en plenitud en la Sociedad de la Información.


Chile no puede separar su éxito del destino de América Latina. Todos los países de la región enfrentamos desafíos comunes de consolidación democrática, crecimiento económico, cohesión social e inserción internacional.


La concertación política y la integración latinoamericana son, entonces, una prioridad para Chile. Sólo de esta forma América Latina podrá hacerse escuchar mediante una voz común en un mundo asimétrico, que con demasiada frecuencia ofrece condiciones desfavorables para los países en desarrollo.


Chile se ha asociado al Mercado Común del Sur y a la Comunidad Andina, es miembro pleno de la Unión Suramericana de Naciones, del Grupo de Río y de la OEA, y promueve vigorosamente una ambiciosa agenda de integración, destacando los proyectos de corredores bioceánicos, que permitirán una comunicación más estrecha y un mayor intercambio comercial entre nuestros pueblos.


Para crecer y prosperar, Chile y América Latina deseamos y necesitamos una globalización en paz, más estable y más equitativa. Pero también necesitamos aprovechar las oportunidades de la globalización.


Chile ha propuesto a América Latina que fortalezcamos nuestra relación con el Asia Pacífico, que se está consolidando como el nuevo polo de desarrollo del Siglo 21. El comercio entre ambas regiones es aún relativamente bajo. Desde Asia existe un creciente interés por una relación más estrecha con nuestra región. Y desde América Latina deberíamos aprender las lecciones que nos deja el exitosoproceso de desarrollo de esa región.


Sin embargo, nada de eso será posible si el mundo no es capaz de darle gobernabilidad a la globalización. Por eso Chile promueve el fortalecimiento del multilateralismo y la construcción de instituciones internacionales más democráticas, más eficaces, más transparentes y más responsables ante la comunidad internacional. Sólo de esta forma seremos capaces de generar los bienes públicos globales que nos permitirán un mejor Siglo 21.

 

Estos son nuestros grandes desafíos.

 

Michelle Bachelet Jeria

Presidenta de la República

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